David Bowie fue un artista reconocido por su vasto legado musical, pero también por su carácter auténtico y exigente en cuanto a la calidad de las colaboraciones artísticas. A lo largo de su carrera, "Duque Branco" tuvo la oportunidad de trabajar con muchos de los músicos más influyentes de su época. Sin embargo, también hubo varias ocasiones en las que decidió rechazar propuestas de colaboración, dejando claras sus razones con una honestidad brutal.
Muchos intentaron acercarse al ícono británico, solo para recibir respuestas que, si bien respetuosas, también demostraban su firme postura sobre la calidad e integridad artística.
El caso más sonado es el de Coldplay, que en 2008 intentó que Bowie participara en una de sus canciones. La banda, que ya veía a Bowie como referente, le envió un tema que presentaba un "personaje tipo David Bowie".
En una entrevista con NME en 2016, el baterista de Coldplay Will Champion recordó cómo Bowie respondió a la propuesta de manera directa pero sincera: "No es una muy buena canción, ¿verdad?"
Aunque la banda fue rechazada, Champion añadió con humor: “Pensé: 'Está bien, lo tomaré como un no'”. Fue muy perspicaz; “No daría su nombre a algo que no le gustara”. Pese a la negativa, Coldplay respetó la postura de Bowie, que prefirió seguir fiel a su criterio personal. La canción, llamada Lhuna, fue grabada con Kylie Minogue.
En otro intento de colaboración, Dave Grohl le propuso a Bowie en 2014 trabajar juntos en una canción para la banda sonora de una película de acción. Grohl fue contratado para escribir música para un importante proyecto cinematográfico, pero no quería hacerlo él mismo, así que recurrió a Bowie para que cantara la canción. Sin embargo, Bowie rechazó la propuesta, diciendo que este tipo de películas "no eran lo suyo", aunque expresó que estaría dispuesto a colaborar en otro tipo de proyectos más adelante.
Grohl contó la experiencia en una entrevista, comentando cómo la respuesta inicial fue una ligera decepción, pero agradeció a Bowie por al menos tomarse el tiempo de escuchar su propuesta. Entonces, cuando Bowie respondió con un mensaje en broma, Grohl confesó sentirse muy aliviado: “Finalmente pude respirar sabiendo que David Bowie en realidad no me había dicho que me fuera a la mierda (o tal vez sí, pero de una manera tan gentil que incluso eso fue un honor)", dijo riéndose en una entrevista con KLOS.
Finalmente, los Red Hot Chili Peppers también fueron víctimas de la honestidad de Bowie cuando le pidieron que produjera algunos de sus álbumes. Según Anthony Kiedis, cantante principal de la banda, en el programa de radio "Jonny's Jukebox" en 2016, cada vez que la banda estaba en proceso de producir un nuevo álbum, se barajaba la posibilidad de trabajar con Bowie.
Sin embargo, la respuesta de Bowie siempre fue negativa, a pesar de sus esfuerzos por convencerlo. Kiedis explicó: "En cada disco que hacíamos, teníamos una discusión sobre la banda: '¿A quién deberíamos contratar para producir este disco?'… ¡Digámosle a David Bowie! Al principio lo llamamos y respetuosamente dijo que no. "Más tarde, le escribimos largos correos electrónicos explicándole todo y él siempre se negó respetuosamente".
La actitud de Bowie hacia estas colaboraciones resalta un aspecto fundamental de su carrera: su honestidad e integridad artística. En todos los rechazos citados, Bowie no dudó en expresar sus opiniones directamente, sin caer en la ambigüedad. Esta postura le llevó a rechazar colaboraciones con algunos de los nombres más importantes de la música contemporánea, quienes, a pesar de su decepción, nunca dejaron de respetarlo.
Su capacidad para decir "no" con firmeza y honestidad consolidó aún más su legado como artista cuya prioridad siempre ha sido la autenticidad, un valor que ha sido transmitido y admirado por generaciones de músicos.