En una sociedad dividida tras la reciente reelección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, Vivian Jenna Wilson, hija transexual del empresario Elon Musk, decidió abandonar el país. A través de una publicación en Threads, la joven de 20 años compartió que esta decisión no fue repentina, sino el resultado de una reflexión profunda y personal.
Para Wilson, el problema va más allá del mandato presidencial; Se trata de convivir con un sistema percibido como hostil y sin posibilidad de cambios significativos en el corto plazo.
La decisión de Vivian de romper lazos con su padre, el multimillonario Musk, no es reciente. En 2022, Wilson solicitó un cambio legal de nombre y género, buscando distanciarse de quien describe como un padre ausente y antipático. Este cambio formal simbolizó más que una simple transición identitaria: fue su forma de cortar el último vínculo que la unía con su padre, uno de los empresarios más influyentes del mundo.
Según declaraciones de Wilson, la joven describió en entrevistas cómo su padre la regañó por su tono de voz y la presionó constantemente, calificándolo de comportamiento frío y cruel que, según ella, tuvo un impacto duradero en su vida.
Durante la reciente campaña presidencial, Elon Musk pasó de una postura pública de neutralidad política a convertirse en un fuerte aliado del líder republicano. El magnate no sólo participó en varios actos de campaña junto al presidente electo, sino que también aportó una donación de casi 120 millones de dólares a un comité de acción política que apoya a Trump. Este apoyo abierto sorprendió a muchos, ya que el CEO de Tesla había expresado previamente su intención de no involucrarse con ningún candidato en particular.
Este alineamiento con el ahora presidente electo, marcado por una retórica que muchos consideran divisiva, parece contrastar con las raíces tecnológicas y futuristas del propio Musk y resalta aún más el abismo entre él y su hija Vivian. Para Wilson, esta elección política de su padre es una de las razones por las que no ve futuro en un país donde su padre apoya una administración que, según ella, amenaza los derechos de la comunidad trans.
El empresario tecnológico ha expresado públicamente que el distanciamiento de su hija es producto de lo que él llama el "virus de la mente despierta". El New York Post señaló que en varias entrevistas, el director ejecutivo de SpaceX ha culpado a las ideologías progresistas, que, según él, se han establecido en escuelas y universidades de élite.
En una conversación con su biógrafo Walter Isaacson, Musk señaló que la educación en la prestigiosa Escuela Crossroads de Artes y Ciencias de Santa Mónica influyó profundamente en la visión del mundo de Wilson, llevándola a rechazar la riqueza y, según él, abrazar posiciones comunistas.
Desde que tomó la decisión de distanciarse de Musk, Wilson ha compartido historias que describen la complicada relación que tuvo con su padre. En una entrevista con NBC News, recordó episodios de su infancia en los que el magnate, según ella, era "cruel" y "narcisista".
Wilson señaló que la desaprobación de su padre era constante y era una señal del desapego emocional de Musk, lo que ella cree que contribuyó a su decisión de romper la relación con él. Además, negó las afirmaciones de Musk de que lo habían “engañado” para que aprobara el tratamiento médico transitorio al que se sometió cuando era adolescente.
La joven afirma que su padre fue plenamente informado sobre las implicaciones de su decisión. Actualmente, la relación entre ambos es inexistente, y Wilson insiste en que no quiere reavivarla, argumentando que Musk no ha mostrado apoyo hacia ella en momentos clave de su vida.
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