El reciente viaje de los reyes Carlos III y Camila por Oceanía fue memorable, no sólo por sus compromisos oficiales, sino también por los momentos personales y anécdotas inesperadas que contaron.
El viaje, que comenzó el 18 de octubre, llevó al monarca británico y a la reina consorte a Australia y Samoa, marcando la primera visita de Estado de Carlos III a una nación de la Commonwealth desde que asumió el trono en septiembre de 2022.
La ocasión, marcada también por la salud del Rey tras su diagnóstico de cáncer, supone un importante esfuerzo y compromiso por su parte, optando por completar este viaje a pesar de las complicaciones.
Reina Camilla.GTRES
El viaje comenzó en Australia, donde Carlos y Camila fueron recibidos en Sydney con un inesperado y torrencial recibimiento. La pareja real desembarcó bajo una lluvia torrencial y, a pesar del malestar que esto causó, se reunieron brevemente con el gobernador general de Australia, Sam Mostyn, y el primer ministro, Anthony Albanese, en Admiralty House. Durante su estancia en Australia se realizaron visitas a Sydney y Canberra, donde Carlos y Camilla tuvieron la oportunidad de conocer a líderes locales y ciudadanos que se acercaron a saludarlos.
Uno de los momentos más sonados ocurrió durante un evento en Samoa, donde la Reina llamó la atención al mostrar una leve molestia en uno de sus ojos. Lo que inicialmente parecía una situación grave, con Camila tapándose el ojo con la mano y mostrando signos de malestar, pronto se convirtió en una broma ligera cuando, tras intentar hacer sus necesidades con un abanico, terminó riéndose y buscando la complicidad de Carlos.
Reis Carlos y Camilla en Samoa.GTRES
Sin embargo, lo que parecía el comienzo de una situación delicada resultó ser simplemente una leve molestia en los ojos. Quizás el clima seco, el polvo del ambiente o simplemente una pestaña rebelde fueron los responsables de tu malestar. Tras unos instantes, en los que la Reina intentó hacer sus necesidades discretamente con un abanico, se echó a reír minimizando el incidente y buscando la mirada de su marido, que la observaba con ligera preocupación y un dejo de diversión. La escena reflejó un lado más humano de la realeza, mostrando que incluso en momentos oficiales pueden surgir imprevistos.
"Espero sobrevivir para volver"
Durante la ceremonia de despedida en Samoa, la emoción y la conexión con la comunidad local quedaron plasmadas en un discurso improvisado por Carlos. Un líder local recordó cómo el príncipe Felipe y otros miembros de la familia real británica visitaron la región en el pasado y agradeció al rey por continuar con esta tradición. Carlos respondió en un tono comprensible, diciendo: "Siempre estaré dedicado a esta parte del mundo y espero sobrevivir lo suficiente para regresar y volver a verla", una frase que resonó entre los presentes y reflejó tanto su sentido del deber como su apertura a su propia situación de salud.
Camila, a su vez, recibió una guirnalda y, en un momento de complicidad con los periodistas, utilizó su abanico para protegerse de la lluvia, riéndose de la situación junto a los presentes. La despedida finalizó con el agradecimiento del Rey, quien garantizó que de esta visita quedarán "recuerdos muy especiales".
El viaje, que finalizará el 26 de octubre, ha sido un recorrido lleno de momentos y desafíos significativos, especialmente para el rey Carlos, quien viaja con un equipo médico para vigilar en todo momento su salud.
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