El 24 de agosto se convirtió en un día muy especial para Jordi Cruz y Rebecca Lima. No sólo porque era la fecha (aproximada) en la que tu pequeño Noé decidió nacer, sino porque era el día elegido para darse el 'sí' en el Convento de Blanes, en Girona. Rodeados de 180 personas, 60 de las cuales procedían de Brasil, país de origen de la novia, la pareja culminó su bonita historia de amor con esta romántica boda.
Con el paso de los días fueron saliendo a la luz más detalles sobre la conexión, pero fue la primicia de 'Vanitatis' la que permitió destapar algunas de las incógnitas y anécdotas de esta fiesta. El primer elemento que nos llamó la atención es que la boda tuvo que posponerse dos horas. Se esperaba que la ceremonia comenzara alrededor de las 6 de la tarde, por lo que los invitados empezaron a llegar más temprano.
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Sin embargo, no fue así. ¿La razón? El retraso de la novia. Mientras Jordi Cruz se acercó al lugar sobre las seis menos diez, según informa el citado medio, Rebeca lo hizo pasadas las siete. Así que los amigos y familiares de la pareja tuvieron que esperar un poco más para ver a sus amigos decir 'sí'.
La música, gran protagonista de la ceremonia romántica
Cuando finalmente comenzó la relación, la música tomó prioridad. En primer lugar, Frederic Obrador Cruz, primo hermano del novio, tocó el saxo tenor en público como regalo para Jordi. Posteriormente, cuando Lima se disponía a acercarse al altar, los violines comenzaron a tocar. Al parecer, según la citada publicación, la pareja optó por música en vivo para anunciar su llegada.
Mientras sonaba la melodía, las damas de honor, con diseños de Inri Brand, firma de Rebecca, desfilaron hasta el inicio del espacio, a modo de antesala de la novia. ¿Y la novia? Su vestido sigue siendo un misterio, pero sabemos cómo era su ramo de novia: en tonos dorados y rosas claros, a juego con el color de la ropa de las damas de honor.
Samantha Vallejo-Nágera, una de las invitadas a la boda de Jordi Cruz y Rebecca Lima
GTRES Noah, hijo de Rebecca y Jordi, el protagonista principal
Aunque en una boda los grandes protagonistas son los novios, hubo un personita que también llamó la atención: Noah, el primer hijo de la pareja. Ellos mismos advirtieron que su hijo jugaría un papel fundamental. Además, aprovecharon la ceremonia para bautizarlo. Y Cruz y Lima no podían imaginar este día sin su pequeño.
En este sentido, fueron muy conscientes de que los más pequeños podían cansarse de la boda, por lo que prepararon un servicio de niñera y un parque infantil. De esta manera, los más pequeños pudieron divertirse con talleres infantiles y animaciones diversas a lo largo de la tarde y parte de la noche.
El lujoso y refinado menú de boda de Rebecca Lima y Jordi Cruz
Estaba claro que el menú de boda estaría pensado hasta el más mínimo detalle, teniendo en cuenta la profesión de Jordi. Por eso contrató a su amigo Nandu Jubany, regente del Convento de Blanes, para que diseñara el menú perfecto para su boda. Hasta ahora sólo se sabía que los platos tendrían referencias al país de origen de la novia, pero la primicia mediática permitió saber más. Los invitados disfrutaron de un delicioso ceviche de coco con camarones blancos, un platillo muy original y peculiar que triunfó por su inusual sabor. El segundo plato fue bogavante frito, acompañado de patatas y huevo frito.
Rebecca Lima y Jordi Cruz, los felices padres.
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¿Y el postre? Como arriba, una explosión de magia culinaria. Primero se sirvió una galaxia de chocolate. Si si. Galaxia. Estaba compuesto por un Saturno de cacao, que a su vez estaba bañado en chocolate caliente. A medida que el círculo se derritió debido a la temperatura, aparecieron lo que parecían ser profiteroles. No fue lo único. Posteriormente se sirvió un delicioso baba brioche, aromatizado con vainilla y aderezado con cachaça quemada.
La fiesta de boda de Jordi Cruz y Rebecca Lima
Y con la barriga llena… ¡la fiesta! Sobre la 1 de la madrugada comenzó la parte más divertida y loca del evento. Un DJ contratado por la pareja puso algunos temas veraniegos, como 'Potra Salvaje' de Isabel Aaiún, que acompañó la victoria de la selección española hace unas semanas.
Tampoco faltaron clásicos, como canciones de Camilo Sexto o 'Será porque te quiero' de Ricchi e Poveri, que se convirtió en una de las canciones más sonadas en las bodas. Los invitados y los novios transportaron el esqueleto hasta las 5 de la mañana, cuando tuvieron que empezar a dispersarse.
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