Dada su exposición mediática, la vida familiar de Bill Gates siempre ha captado la atención del público en general, tanto por su impacto profesional como por su historia personal.
Los hijos de la fundadora de Microsoft, Jennifer Katharine, Rory John y Phoebe Adele, han seguido caminos que reflejan una mezcla de intereses en el bienestar social, la tecnología y las artes, mientras que la relación de sus padres ha evolucionado y ha enfrentado cambios significativos.
Tras el divorcio de Bill y Melinda en 2021, la aparición de una nueva compañera en la vida del empresario, Paula Kulupa, suma un nuevo capítulo a la saga familiar, que parece independizarse de la relación con sus hijos.
Este complejo marco familiar y profesional, incluido el nacimiento del primer nieto de Bill Gates en 2023, está entrelazado con el legado de la Fundación Bill y Melinda Gates, un pilar de la filantropía global que continúa trabajando por un futuro más equitativo.
La primera hija del dueño de Microsoft tiene 26 años y, a pesar de su juventud, ya está casada y actualmente estudia medicina en la Escuela Icahn del Monte Sinaí, con la expectativa de terminar sus estudios este año, en 2023. Su boda se celebró en octubre de 2021. con Nayel Nassar, un conocido jinete de origen egipcio con el que comparte su pasión por la equitación, en el que también participó la hija del estadounidense.
Rory John Gates tiene 21 años y poco o nada se sabe de su vida privada. El joven tiene fama de tímido y ni siquiera tiene las redes sociales abiertas al público.
Interesado por los negocios y el mundo de la tecnología desde joven, tras terminar el secundario, Rory estudió Ciencias de la Computación y Economía en la Universidad de Duke, una de las universidades privadas más reconocidas de Estados Unidos.
Phoebe tiene 19 años, se crió en Seattle, donde sus padres compartieron hasta su divorcio en 2021, y actualmente vive en San Francisco, donde se mudó para iniciar clases en la Universidad de Stanford, donde terminará sus estudios en 2025.
La más joven de los Gates estudió danza clásica en The School of American Ballet, en el famoso Lincoln Center for the Performing Arts, de Nueva York, y también en The Juilliard School, en el Lincoln Center Plaza, de Nueva York, donde ha actuado con alumnos de la talla de Jessica Chastain y Robin Williams y donde sólo ingresa el 0,6 por ciento de los candidatos que se presentan a las pruebas.
Durante 27 años, Melinda French y Bill Gates fueron mucho más que una de las parejas más ricas del mundo: fueron, ante todo, una sociedad.
Hija de un ingeniero aeroespacial y ama de casa, y una de las mejores de su clase desde la escuela primaria, Melinda Ann French recibió ofertas de trabajo de varias empresas cuando añadió un MBA a sus cursos de Economía e Informática en la Universidad de Duke.
El 3 de mayo de 2021 y tras 27 años de matrimonio, se anunció el fin de su matrimonio con Bill Gates. El divorcio no significa el fin de la relación en el mundo de la filantropía, pues seguirán trabajando juntos.
Melinda creó la Fundación Bill y Melinda Gates con su marido, Bill Gates, en 2000, con sede en Seattle, una organización benéfica que ha donado más de 38.000 millones de dólares y trabaja para promover una mayor equidad en las áreas de salud, educación, acceso a bibliotecas y apoyo a los niños necesitados.
Esta fundación contribuyó a denunciar el evidente desequilibrio entre los salarios y el poder de las mujeres respecto a los hombres en la industria tecnológica de Silicon Valley, lo que fomenta ciertas condiciones de abuso.
Tras divorciarse de Melinda French, con quien estuvo casado durante 27 años, durante la final masculina del Abierto de Australia 2023, el empresario apareció junto a su nueva pareja, Paula Kulupa.
La mujer de 60 años es filántropa, amante del tenis y organizadora de eventos. Según su perfil de LinkedIn, organiza reuniones empresariales, personales y benéficas.
Paula era esposa del ex director ejecutivo de Oracle, Mark Hurd, desde 1990. La pareja llevó una vida discreta para los estándares de los millonarios de la época, crió a dos hijas, Kathryn y Kelly, y continuó con sus carreras. Hasta que Mark murió de cáncer en 2019.
Tras la muerte de Mark, Paula se dedicó a gestionar el fondo de inversión familiar con un patrimonio valorado en más de 450 millones de euros. Ese pudo haber sido el vínculo común al iniciar una relación con Gates, aunque no eran exactamente extraños.
Según contó a People un amigo de la pareja, la relación es estable, pero independiente de los hijos. Gates, al menos, "aún no se lo ha presentado a su gente". Y a finales de año expresó su alegría al saber que su hija primogénita, Jennifer, lo había convertido en abuelo en 2023.
