La filmografía de Ridley Scott está llena de éxitos y fracasos. El cineasta detrás de Alien, Blade Runner, Gladiator y Napoleón no sólo es conocido por sus películas, sino también por sus declaraciones contra quienes lo critican, ya sea refiriéndose a él como persona o a sus propios largometrajes. Aunque la controversia parece haberlo perseguido en los últimos años, hay una película en su lista que definitivamente ha sido marcada como una de las más controvertidas de su carrera.
Un trabajo que supuso acusaciones de abuso sexual, expulsión de un actor y salarios completamente desiguales por regrabaciones que pasaron a la historia.
El título en cuestión es Todo el dinero del mundo. Basada en hechos reales, la película se centra en el secuestro de John Paul Getty III, nieto del magnate petrolero Jean Paul Getty, quien en su momento era considerado uno de los hombres más ricos del mundo. Ambientada en 1973, la trama sigue los intentos desesperados de la madre de John, Gail Harris, de convencer a su abuelo multimillonario de que pague el rescate exigido por los secuestradores de su hijo.
¿Qué sucedió exactamente en torno a la película y por qué fue todo un desafío para Ridley Scott?
A finales de octubre de 2017, Kevin Spacey, uno de los actores de la película y no uno de los más respetados de Hollywood, se vio envuelto en una serie de acusaciones de conducta sexual inapropiada. Este hecho tuvo un impacto directo en la película, provocando la cancelación de su estreno en el AFI Fest, donde estaba previsto para el 16 de noviembre. Originalmente, la campaña de los Oscar planeaba resaltar el papel secundario de Spacey, pero después de estas acusaciones hubo que repensarla por completo.
Ante esta situación, los responsables de la película tomaron la decisión de realizar reshoots para sustituir a Spacey por Christopher Plummer en el papel de Getty. "Tuve que deshacerme de… eso", comentó en ese momento el director, refiriéndose claramente a Spacey como una cosa.
Aunque la película estaba lista para su estreno, el anuncio oficial del cambio se realizó el 9 de noviembre. Curiosamente, Scott reveló que su primera opción siempre fue Plummer, pero que la elección de Kevin se debió principalmente a la presión de los ejecutivos del estudio para elegir una figura más rentable para el papel.
Las nuevas tomas con Plummer se llevaron a cabo del 20 al 29 de noviembre, y el público pudo ver las primeras imágenes del actor en el papel el mismo día en que se completaron. Este proceso de regrabación fue breve pero intenso, y se completó en un espacio de tiempo notablemente corto para una producción de este calibre.
Spacey, que trabajó en la película durante 10 días, fue eliminado casi por completo del metraje final, excepto por una escena distante en la que el personaje de Getty se baja de un tren en el desierto. En esta escena no se ve el rostro de Spacey, lo que permitió su inclusión sin afectar el nuevo enfoque de la película.
El costo de las nuevas tomas fue de nada menos que 10 millones de dólares, lo que elevó el presupuesto de producción final a un total de 50 millones de dólares. Como resultado, quedó claro que TriStar Pictures estaba dispuesta a pagar más de lo que habían planeado, siempre y cuando la participación de Spacey no afectara la recepción de la película. "Habría afectado toda la película, habría derrumbado todo y no podía permitirlo. “No podía aceptar que todo el gran trabajo que hicieron estas personas se viera afectado por las acciones de un solo hombre”, dijo Ridley, quien no tuvo problemas en expresar su postura sobre las acusaciones contra Kevin.
Durante los 10 días de reshoots también estuvieron presentes Mark Wahlberg y Michelle Williams, los protagonistas de la película. Inicialmente se informó que los actores habían hecho el trabajo de forma gratuita. Sin embargo, esta versión de los hechos se corrigió más tarde cuando se descubrió que Wahlberg había recibido una tarifa de 1,5 millones de dólares por su participación en estas regrabaciones, mientras que Williams sólo recibió poco menos de 1.000 dólares (unos 80 dólares al día).
Esta revelación desató una fuerte polémica sobre la brecha salarial entre hombres y mujeres en la industria cinematográfica. Según The Hollywood Reporter, los honorarios originales de Wahlberg para el rodaje inicial fueron de 5 millones de dólares, mientras que los de Williams fueron de 625.000 dólares. A pesar de estas cifras, el New York Times señaló que Wahlberg aceptó una cantidad un 80% menor que su tarifa habitual para participar en el proyecto.
Williams le dijo anteriormente a USA TODAY que cuando la producción la llamó para pedirle que participara en la nueva filmación, ella respondió: "Dije que estaría donde me necesitaran, cuando me necesitaran. Y podían quedarse con mi salario, mis vacaciones, lo que quisieran. Porque me gustó mucho que estuvieran haciendo este esfuerzo tan grande".
En respuesta a la polémica y mientras avanza hacia la igualdad, Wahlberg finalmente hizo un anuncio para poner fin a la polémica: "En los últimos días, mis honorarios por el nuevo rodaje de Todo el dinero del mundo se han convertido en un importante tema de conversación. “Apoyo al 100% la lucha por un salario justo y donaré 1,5 millones de dólares al Fondo de Defensa Legal de Time's Up en nombre de Michelle Williams”.
Todo el dinero del mundo registró una recaudación total de 56,9 millones de dólares en todo el mundo, repartidos en 25,1 millones en Estados Unidos y Canadá, y 31,8 millones en otros territorios. Teniendo en cuenta que el presupuesto final fue de 50 millones, la recepción de taquilla fue un logro modesto. Sin embargo, la película encontró su éxito no tanto en taquilla sino más bien en un buen número de críticas positivas.
En Rotten Tomatoes recibió un índice de aprobación del 79% basado en 262 reseñas, con una puntuación promedio de 7 sobre 10. A su vez, Metacritic le dio un promedio de 72 sobre 100, basado en las opiniones de 47 críticos. Entre los aspectos positivos más destacables se encuentran las actuaciones de Michelle Williams y Christopher Plummer. En definitiva, Ridley Scott lo consiguió: convirtió un completo desastre en una película digna de su aclamado catálogo.