Guillermo, ¿muy forzado en los BAFTA?
GTRES
El pasado domingo 18 de febrero, Londres acogió los Premios Bafta 2024, la mayor celebración del cine británico desde que Kate Middleton (42 años) no pudo asistir tras su cirugía abdominal. La princesa de Gales, aún recuperándose de la reciente operación, faltó a su cita y fue el príncipe Guillermo (41 años) quien, como presidente honorario, caminó solo por la alfombra roja en un intento desesperado por normalizar la situación.
En este festival de cine inglés, como en otras galas de premios, se pueden ver caras de 'estoy tan sorprendido de haber ganado', de 'claro que no me importa perder', de 'tu felicidad es más importante que la mía'. Una multitud de actitudes y reacciones ciertamente calculadas que sólo los profesionales en activo pueden realizar bien. Si el resto del mundo lo intentara, parecería que nos pillaron haciendo algo malo como robar en una tienda. Por eso el príncipe William debe practicar. Y es necesario sonreír aunque no te apetezca, saber qué películas están nominadas (o ya las has visto), no reírte demasiado y no parecer demasiado ansioso. Sin duda, algo agotador para quienes no se dedican a la actuación, a pesar de que su formación se basa en estar atentos y sentirse siempre bien. “Ha llegado al colmo de su entrañable torpeza”, afirmó Zoé Willams en 'The Guardian'.
"Su torpeza está en otro nivel, y la belleza y el profesionalismo de los actores no le ayudan", añadió sobre el comportamiento de Guillermo en estas entregas de premios. Un experto en lenguaje corporal explicó al periodista del citado medio que el rey Carlos "siempre está jugando con sus gemelos" y "el príncipe Harry siempre está abotonando el botón que ya está puesto". Estas son medidas reconfortantes para lidiar con la ansiedad social. Pero el príncipe William parece estar fuera de esa escala porque "busca consuelo mostrando un rictus de sonrisa que la mayoría de los humanos evolucionados ya no saben cómo activar. Y la última vez que el resto del mundo lo utilizó fue para intentar no ser atacado por un guepardo", afirma el experto.
Guillermo, un momento muy difícil sin Kate
"Lamento que Kate no pudiera asistir. Le encantan los Bafta", se lamentó William ante los directores de la Academia de Cine Británica. Durante la conversación, el heredero no dudó en confesar que uno de los planes favoritos de su pareja es ver juntos todas las películas recomendadas. Lamentablemente este año las cosas cambiaron y no pudieron mantener la tradición. "Este año fue el que menos vi. Tengo otras cosas en mente…" expresó el príncipe con cierta incomodidad. Y aunque intentaron normalizar la situación, la enfermedad de su esposa y el diagnóstico de cáncer de Carlos III afectaron inevitablemente a todo lo que les rodeaba.
A pesar de las grandes sonrisas, gestos, bromas con los invitados y las risas que tuvo que fingir durante la gala, de la prensa británica se desprende que a Guillermo no le fue nada bien. El disimulo no es lo suyo. La ceremonia de los Premios Bafta, en el Royal Festival Hall, de Londres, devolvió al príncipe a la vida pública tras una semana de descanso en la que aprovechó para trasladarse a Sandringham con su esposa y sus tres hijos. Y el pasado domingo tuvo un papel protagonista, aunque por momentos su mirada revelaba cierta tristeza e inquietud.
Tras los habituales saludos, Guillermo compartió confidencias con David Beckham, amigo de la familia, así como con rostros conocidos del cine como Cate Blanchett y Margot Robbie, entre otros. Unos gestos que demostraban, como dicen los medios, lo “torpe” que era en esta situación sin Kate.
El antes y el después del príncipe William
No meio desta tempestade familiar e mediática, a imprensa inglesa mede cuidadosamente qualquer um dos seus movimentos e não hesitou há poucos dias, perante os BAFTAs, em definir Guillermo com dois adjectivos muito claros: “cansado” e “stressado”, eles digamos, de 'Lista'. Y el Príncipe de Gales ha cuidado de sus tres hijos; George, Charlotte y Louis, además de sus apariciones públicas. Como presidente de la Football Association, en uno de sus últimos papeles tuvo que presentar un MBE a la estrella Ellen White, quien dijo del hermano de Harry en 'The Independent' que había sido “encantador”. Eso sí, lo cierto es que a partir de ese momento la prensa empieza a temer que su apretada agenda pueda influir en su estado de salud.