La estrella de Hollywood que lo dejó todo para hacerse monja


Hart se ha consolidado como una de las mejores actrices de su generación. Fue la primera en besar a Elvis en la ficción, protagonizó un éxito en Broadway y estuvo comprometida con un multimillonario (Grosby/AP)

Fue la primera en besar a Elvis Presley en una película y muchos la consideraron "la próxima Grace Kelly". Dolores Hart lo tenía todo para triunfar como actriz de cine: belleza, talento y oportunidades de oro. Sin embargo, la joven estrella sacudió Hollywood al enamorarse de un amor que era más fuerte que cualquier otra cosa. Y aunque recibió una nominación al Oscar, no fue por su talento actoral.

Le costó mucho tomar la decisión y aceptarla. Sobre todo porque su familia estaba incrédula y, además, como actriz, sufrió la presión de contratos millonarios de Hollywood.

Dolores Hart nació como Dolores Hicks el 20 de octubre de 1938, cuando sus padres, los actores Bert y Harriet Hicks, tenían sólo 17 y 18 años, respectivamente. Su infancia estuvo marcada por la inestabilidad tras el divorcio de sus padres cuando él tenía sólo 3 años. Creció en un hogar sin creencias religiosas, tanto que cuando su abuela materna descubrió el embarazo de su hija le sugirió el aborto. A pesar de esto, sus abuelos la matricularon en el colegio católico San Gregorio.

Dolores Hart nació el 20 de octubre de 1938, en el seno de una familia escéptica y alejada de cualquier creencia religiosa (Grosby)

Unos años después de ingresar a la universidad, su pasión por la actuación la llevó a participar en un casting para una película junto a uno de los cantantes más famosos de la época. De esta manera, cumplió el sueño de muchas chicas de la época: darle su primer beso en pantalla a Elvis Presley en la exitosa película "Loving You" como su pareja sentimental a los 18 años.

"A menudo me pregunto por qué el Señor me dio esta oportunidad de hacer una audición para Elvis. Éramos tantos en la cola ese día y no puedo creer que conseguí el papel", confesó en una entrevista en 2012.

Dolores y Elvis protagonizaron lo que durante mucho tiempo sería recordado como el beso más largo de la historia del cine. Aunque solo duró 15 segundos en pantalla, la grabación llevó horas.

Este fue el primer beso ficticio que recibió Elvis y el primer beso en todos los aspectos para Dolores, por lo que la timidez era evidente entre ellos.

Dolores y Elvis protagonizaron lo que durante mucho tiempo sería recordado como el beso más largo de la historia del cine.

Cada vez que sus labios se tocaban, ambos se sonrojaban mientras el director, irritado, gritaba "¡corta, corta!". y ordenó que se repitiera la escena. Entre toma y toma, Elvis se atrevió a invitarla a salir, pero Dolores se negó rotundamente "No confundo trabajo con placer y mañana tengo que madrugar mucho".

Este momento icónico marcó su debut cinematográfico. A partir de ahí, se estableció como una protagonista glamorosa y apareció en nueve películas más, incluido el clásico de culto "Donde están los chicos". También dejó su huella en Broadway con "El placer de su compañía". Hace 60 años, Dolores estaba en la cima de su carrera, compartiendo escenario con leyendas como Marlon Brando, Robert Wagner y Montgomery Clift. Además, se comprometió con el arquitecto millonario Don Robinson.

Sin embargo, en la cima de su éxito, Hart buscó refugio en la tranquilidad de Regina Laudis, un monasterio en Connecticut. Esta experiencia marcó un punto de inflexión en su vida. Contrariamente a la percepción típica de rigorismo y opresión, encontró en la Madre Superiora una figura comprensiva que la animaba a ver la vida de otra manera.

En un momento culminante, Dolores Hart rechazó el contrato millonario con Metro Goldwyn en 1963 para retirarse y no darse por vencido (Grosby)

Al hablar con ella, confesó que tenía miedo de involucrarse sexualmente con sus compañeros del set o tener pensamientos "inapropiados". Lejos de condenarla, la superiora se rió: "La castidad no nos impide apreciar la belleza que Dios creó. Trabajas con hombres hermosos y eres una chica, ¿cómo no fantasear con ellos? Este encuentro marcó el comienzo de una búsqueda espiritual diferente para ella.

En 1960, mientras interpretaba a Santa Clara en "Francisco de Asís", conoció al Papa Juan XXIII. Curiosamente, dijo: “¡No, tú eres Clare!”. Este hecho representó el momento definitivo que la llevó a su verdadera vocación a los 22 años. "El monasterio fue como una gracia de Dios que llegó a mi vida de una manera totalmente inesperada. Y Dios era el vehículo. “Era el Elvis más grande”, dijo. "Estaba enamorado de Dios".

En 1963, después de tres películas, Dolores Hart se enfrentó al poderoso productor de Hollywood Hall Wallis. Le ofreció un contrato millonario con Metro Goldwyn, pero ella se negó a firmarlo. "O firmas o te prometo que no volverás a trabajar en Hollywood", amenazó. Ella no se dejó intimidar y abandonó la oficina para no volver jamás.

La ex actriz tuvo su propia historia de amor, que vive hasta el día de hoy, a sus 85 años. "Simplemente descubrí que trabajar en el cine me daba mucha menos felicidad que la que vivía en el convento", admitió (AP 163).

En una decisión valiente, abandonó la actuación y rompió su compromiso con Don Robinson, poniendo fin a su relación de cinco años. ¿El objetivo? Convertirse en monja en la Abadía Regina Laudis en Connecticut, donde vive actualmente. Aunque, después de todos estos años, en 2012 Hart decidió regresar triunfal a la pantalla grande a los 73 años, interpretándose a sí misma, "Madre Dolores", en el documental "God is the Greatest Elvis". La película le valió una excelente nominación al Oscar y decidió asistir a la ceremonia de gala luciendo orgullosa su vestimenta religiosa.

Finalmente, Dolores consiguió su propia historia de amor, que todavía disfruta hoy, a sus 85 años. "Simplemente descubrí que trabajar en el cine me daba mucha menos felicidad que vivir en el convento", admitió.



 

noviembre 26, 2023
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